viernes, 16 de octubre de 2015

Tapatia en Monterrey

Debo confesar que soy del tipo de gente que tiene miedo a perder lo poco o mucho que ha conseguido;  pero también soy de esas personas que cuando deciden hacer algo no hay nada que pueda evitarlo. 

Así es como decidí emprender el vuelo con quién comparte su vida conmigo, dejando atrás lo que hasta ese momento habría sido mi mundo.

Ahora a casi tres meses viviendo aquí, ya estoy encariñada con esta ciudad y su gente. 
Estoy cautivada con sus paisajes y sus montañas, impresionada con sus vialidades. 
La gente aquí tienen un envidiable sentido de pertenencia, admiro su ideología de prosperidad,  y es que ellos se sienten punto y aparte del resto de la República y cuando vives entre ellos te das cuenta que realmente lo son.

Soy una tapatia orgullosa de su hermosa ciudad con su olor a tierra mojada, que extraña ensuciarse las manos con una torta ahogada, tomarse un tejuino o comerse una jericalla.
Extraño la calidez de mi gente, y toda la cultura que se vive en Guadalajara.
Añoro tremendamente esas tardes y noches en pláticas interminables con mis amigos.
Y necesito un poco de estabilidad en el clima y la temperatura. 

No cabe duda que hay veces en que debes alejarte para valorar lo que tienes.

Esta experiencia me ha obligado a enfrentarme a mi misma. Me ha llevado al límite de la frustración, la ansiedad y la soledad. Y es que detrás de cada foto puesta en redes, hay momentos de estrés y frustración superados que no se presumen. Como bien dicen, "Nadie es tan feliz y exitoso como lo pública en Facebook". 

Tengo que agradecer a Dios y a la vida por este reto y por enviarnos esos ángeles con apariencia de amigos.

Agradezco a todas esas personas que en la distancia nos abrazan y se preocupan por nosotros.
Gracias a aquellos que incondicionalmente nos han tendido la mano y se han convertido en familia para nosotros. 
Gracias a ese hombre que me obligo a perder el miedo y me invito a vivir junto a él esta aventura con sus desventuras. Pero sobre todo gracias a mis hijos que ahora siendo un poco regios "echados pa delante" siempre serán Tapatios y "No se rajan".