Mis Dulces 34

  Suena el despertador, abro los ojos y después de unos minutos me convenzo de que es hora de levantarme, me siento en la orilla de la cama respiro profundo, volteo para ver al lado de mi cama a quien desde hace años comparte su vida conmigo, me quedo pensando en como es posible que quién fuera para mi un extraño hace años, ahora es la persona mas importante de mi vida. En que momento adoptamos tanto uno del otro, como es que llegas a unificar, criterios, sentimientos, costumbre y prioridades.

Me quedo en silencio recordando tantos momentos que nos hicieron ser quienes somos ahora y vienen a  mi tres pequeños rostros angelicales, mismos que en este momento duermen tranquilamente cada uno en sus recamaras y me embriaga un sentimiento de felicidad y plenitud, de saberlos sanos en casa y felices. Y me pregunto como llegue aquí? quien soy ahora? en que me convertí? Y debo confesar que me gusta el resultado, me siento feliz, libre, completa, con cosas pendientes claro, pero con todo lo que siempre soñé en mi vida.

A diferencia de lo que era antes ahora me entiendo, me acepto, soy fiel a mi esencia y sobre todo a mi misma, ya no siento esa necesidad de cambiar para que me acepten, de ocultar lo que siento, ya no lloro decepciones. Algo así debe sentirse la madurez. Tengo amigos de esos que te conocen tal cual eres, con los que ríes y lloras, de los que van por ti cuando te alejas, tengo familia que si bien no son perfectos, yo tampoco los soy, son parte de mi, ellos contribuyeron en gran medida en lo que soy. Tengo un compañero de vida con quien he pasado las mejores aventuras, con quien soy libre para estar siempre a su lado, somos socios tratando de formar un palacio. Tengo hijos, los mejores y mas hermosos, que han puesto a prueba mi fortaleza, mi paciencia, que día a día retan mi capacidad y mi resistencia pero que también han puesto a flor de piel la parte más sensible de mi. Que bendición y que gran responsabilidad, serlo todo para ellos, ser su ejemplo, su protección, que importante me siento y que pequeña ante su gran corazón.

Me  miro al espejo y ha llegado el día en el que no me reconozco como me he venido visualizando, mi reflejo ya no es el mismo que el da hace 15 años, ahora cuesta un poco más cubrir las ojeras, debo inventar mas de un peinado, encontrar mi mejor lado. Hay alguna que otra cana que se empeña en salir y mi sonrisa revela ya algunas lineas que son huella de tantas risas. Sin embargo sigo siendo yo, esa que no le interesa el glamour, que odia los tacones y que prefiere unos jeans a un traje de vestir. Sigo amando las chamarras y las botas. No soy de salones de belleza ni de coleccionar bolsas, no tengo una debilidad por comprar zapatos, los kilos de maquillaje y la secadora no son para mi. Adoro las fotografías, me encanta verlas una y otra vez al igual que los vídeos. Me recuerdan todo lo vivido. Tengo debilidad por la comida y eso lamentablemente me ha regalado varios kilos.

Hoy cumplo 34 años y me siento genial, quiero festejar haciendo lo que mas me llena "estar con mi gente". Y este es mi regalo una ventana de mi corazón plasmado en estas letras.

Feliz cumpleaños a la persona que mas amo, ¡feliz cumpleaños a mi!