jueves, 14 de noviembre de 2013

Very Important Person




 La rutina, el trabajo, la presiones y el estrés nos van transformando muchas veces en algo que no queremos ser y lamentablemente quien paga los platos rotos son quien más amamos (¿irónico no?).

Yo misma me he sorprendido mas de una vez con mis hijos, siendo intolerante a ciertas situaciones que no tienen mayor importancia, en otras ocasiones el sarcasmo hace de las suyas ante algún comentario de mi esposo añadiéndole un tinte grosero.
¡Pum! de repente algo me ilumina y me doy cuenta del daño que acabo de hacer y que no podré remediar, por que las palabras hacen heridas profundas en el corazón en su mayoría imposibles de borrar.

 Sin embargo hay una reunión en casa y el hijo de una amiga derrama el agua de jamaica en el sofá y solo atino decir, -no te preocupes, son niños, los accidentes pasan, ahorita limpiamos-.  "¡Por Dios, por menos de eso me hubiera tragado vivo a uno de mis hijos! ¿Y que es lo que pasa? ¿Es que mis hijos son menos importantes que ese niño?"

 Estoy en mi trabajo y mi compañera ha desaprobado el proyecto que me llevo más de una semana, agradezco amablemente sus comentarios diciéndole que lo tomaré en cuenta.   "¡¿Como? si mi marido se atreve si quiera a dar una opinión negativa al proyecto le costará muy caro. ¿Es acaso que me importa más no herir a mi compañera que a mi esposo?"

Yo propongo que las formas de cordialidad, educación y respeto sean prioridad para quienes más amamos.
Yo quiero a partir de hoy tratar a mis hijos como si les debiera la vida, pues para ellos vivo. Quiero tratar a mi esposo como si él tuviera lo que más deseo en el mundo, (quedando bien para obtenerlo)  pues él es lo que más deseo en el mundo.

Es una tarea muy difícil, de hacer consciente lo que es inconsciente.